¿Podría destruir el Imperio Romano si viajara en el tiempo al reinado de Augusto con un batallón de infantería de Marines?
El bueno de James, comenzó, en un momento de inspiración, a escribir un relato de ocho días en el que un batallón del Cuerpo de Marines sirviendo en Afganistán, se traslada a las afueras de la Roma del siglo I antes de Cristo.
La sencillez de la historia, la rapidez del estilo y la conjunción del ánimo de veteranos de los marines, aficionados a la ciencia ficción y gente muy dispar, pasaron a hacer que la historia inspirara a varios usuarios hasta que llegó a oídos de un productor que, con buen juicio, puso en contacto al autor nada menos que con los estudios Warner Bros... ¡y le compraron los derechos para plasmar su historia en una película!
El relato, llamado "Rome, Sweet Rome" (Roma, dulce Roma), nos recuerda a las novelas de Harry Turtledove. Cuenta la historia de un batallón de Marines, un puñado de soldados afganos y algunos contratistas civiles que con vehículos, vituallas, armas y algunos helicópteros son trasladados al 23 a. de C. Gran acierto no explicar cómo sucede e ir a la acción directamente.
Al principio, los soldados se sienten confusos. El coronel al mando ordena hacer un reconocimiento con los helicópteros y descubren la ciudad de Roma. Tanto el emperador como sus rivales republicanos tratan de establecer contacto con los Marines -curioso que estos elijan como traductores a hispanoparlantes-. La aparición de los Marines -un batallón de más de 2.000 más personal auxiliar-, jugará un papel en la guerra civil que se advierte en el aire del joven imperio.
La potencia de fuego del batallón es muy superior a cualquier ejército de la Época Clásica, pero combustible, municiones y medicinas están contadas.
¿Cómo seguiría esta historia? ¿Lograrían los marines la supremacía sobre los romanos? ¿Conseguirían explotar pozos de petróleo y refinarlo? ¿Cómo cambiaría la historia?