23 de octubre de 2012

Botadura de la Galatea, primera nave transoceánica impulsada por energía radiante



En el día de Mercurio, Calendas de febrero de 2144 AUC, nos llegan noticias de la botadura de la mayor nave de energía radiante de la Armada Romana. La nave, bautizada como Galatea, cuenta con una eslora de 700 pies, desplaza 98.000 millones de libras, tiene capacidad para 4.000 pasajeros y le sirven 500 tripulantes.

El Tribuno de la Mar Océana, magister Dominico Licinio Craso llegó a Neapolis en el ferrivía de la hora nona acompañado de su esposa Vepsania Luba para participar en el solemne acto de botadura. El Cabeza de la nave les obsequió con una copia realizada en oro del último perno en ser colocado. Una múltitud se concentró para observar el acto.


La Galatea servirá la ruta transoceánica de Civitavecchia-Barcino-Gades-Olisipo-Pensacola-Annapolis-Nova Eboracum. Se estima que gracias a sus potentes motores gemelos de energía radiante, logre salvar la distancia del océano Atlántico en tan solo dos semanas. Del éxito de la Galatea depende que se construyan más naves similares y los pasajes pasen a ser asequibles para la plebe. De momento, su éxito comercial parece asegurado debido a los acuerdos ya firmados con las factorías americanas exportadoras de patatas y maíz de la América Septentrional.

12 de abril de 2012

Un mundo sin islam

Graham Fuller se pregunta en Foreign Policy cómo sería un mundo sin islam.

Su tesis es que no hubiera variado mucho la cosa. En Oriente Medio, los países, con similares historias de colonialismo y descolonización, serían de mayoría cristiana ortodoxa. Las minorías culturales y étnicas serían las mismas que en nuestro tiempo -drusos, meronitas, árabes, persas, pashtunes...- y atribuye a la Iglesia Ortodoxa un similar antioccidentalismo al que profesan hoy ahí los islamistas radicales.

En el sudeste asiático, el islam sería sustituido por el hinduismo en Pakistán y Bangladesh y probablemente por otras religiones en Indonesia, Malasia y Filipinas.

Un escenario opuesto -un mundo sin cristianismo-, es el que propone Kim Stanley Robinson en Tiempos de arroz y sal, donde se describe un mundo en que la Peste Negra asola al 99% de la población europea.